El sistema de Servicio de hospedaje de registro brasileño (HRB) es un programa diseñado específicamente para empresas extranjeras que desean comercializar sus productos en Brasil de manera práctica, rentable y segura. Bajo este sistema, una empresa brasileña tiene la autoridad para obtener todas las licencias, permisos, registros y certificados necesarios para que las empresas extranjeras operen y comercialicen adecuadamente sus productos.
Este proceso utiliza toda la infraestructura de documentación del servicio de hospedaje de registro, simplificando todos los pasos del proceso regulatorio inicial para las empresas extranjeras.
Contamos con Licencias de Funcionamiento y Permisos de Operación Comercial (AFE) que nos permiten garantizar que los productos, materiales y equipos cumplan con las regulaciones de ANVISA. Además, confiamos en nuestro equipo multidisciplinario, que tiene vasta experiencia en la estructura regulatoria de las agencias gubernamentales brasileñas. Esto hace que todo el proceso burocrático más rápido y fácilmente comprensible.
Una empresa internacional sólo puede operar en el mercado brasileño si tiene algún tipo de relación con una entidad del país. Este vínculo se puede establecer a través de:
El Servicio de Hospedaje es una opción de legalización estratégica, ya que facilita el cumplimiento de la normativa comercial y de productos.
Nota: este servicio no se aplica a empresas o productos farmacéuticos porque los mismos están sujetos a la regulación del MAPA.
Aunque es totalmente posible designar un distribuidor ubicado en Brasil, existen razones válidas para no nombrar a un distribuidor o representante de ventas para la función de HRB. A continuación, se enumeran algunas:
El tiempo promedio para que una empresa comience a comercializar legalmente sus productos en Brasil es de un año y medio, dependiendo de la línea de productos. Este tiempo se puede reducir a aproximadamente tres a seis meses cuando se utiliza el servicio de hospedaje de registro brasileño de RAGB.
La empresa tiene control sobre sus registros y es libre de elegir cuantos importadores o distribuidores considere necesarios.
La empresa se beneficia de estar exenta de costos relacionados con la apertura y mantenimiento de una entidad corporativa, tales como la contratación de profesionales técnicos, alquiler de oficinas, salarios, líneas telefónicas, entre otros.